sábado, noviembre 20, 2004

Dia 1

Yo no soy como el resto de la gente

Viernes, diez y media de la noche, vuelvo a casa. Al contrario que la gente de mi edad, a mi no me gusta salir de fiesta, prefiero mil veces estar tranquila en casa, leer un buen libre, adoro estar en familia… y también la soledad, me gusta estar en mi habitación escuchando el ruido de la noche, sintiendo, oyendo mi interior.
Será por eso que, ayer, cuando iba a buscar el autobús para regresar a casa, me sentí como si fuera a contracorriente, todos los jóvenes de mi edad iban por la calle, en grupos, con botellas para beber, entraban a los bares para estar hasta las tantas bailando y divirtiéndose… y yo, sencillamente, volvía a casa, después de ir a visitar a mis abuelos.
No soy un ser solitario, mis amigos, al cabo de un tiempo, ya me comprenden, y a veces, me dicen, que me envidian, ellos no pueden prescindir del alcohol para pasárselo bien, en cambio yo si puedo. Para ellos, cada noche/fin de semana, es igual; para mi, cuando salgo o tengo una cena o algo, es diferente, disfruto muchísimo porque no me he acostumbrado, porque se que es especial, porque yo no necesito beber para disfrutar lo que ellos hacen cada noche… yo me puedo quedar toda la noche bailando y divirtiéndome sin una gota de alcohol y ser la noche que mas he disfrutado y reído, pero es por eso: porque no salgo continuamente y cuando lo hago intento disfrutar al máximo.
Y me gusta estar a solas conmigo misma, me gusta leer, enriquecer mi interior, escribir, dejarme llevar por las alas de la imaginación, dejar que mi mente sueñe y viaje a otros lugares…

No soy como los demás jóvenes de mi edad, y tampoco me importa, pues se que, siendo como soy, soy lo que yo quiero ser… no tengo porque parecer algo que no quiero, no tengo porque dejarme llevar por la corriente.