domingo, noviembre 21, 2004

Dia 2

Paseos en la ciudad

Hoy ha sido uno de esos días en lo que me he perdido (queriendo)por las calles de la ciudad en la que estoy. Llevaba casi año y medio sin hacerlo, desde que volví de unos cursillos en Teruel (y fue cuando me conocí toda la ciudad entera), y hoy, a pesar de tener que hacer algunas cosa en casa (no muy urgentes, eso si), he cogido el abrigo, y me he ido a pasear por Zaragoza, que es la ciudad en la que vivo.
No me importaba ir andando sola, pues así podía disfrutar de los ruidos de la ciudad, observar el rostro de la gente que pasaba a mi lado y ver las calles como se iluminaban cuando se hacia de noche.
Ha llegado un momento en que me he puesto el aparato de mp3 que me prestó mi hermano (él tiene otro más potente), pero mi mente seguía vagando por otros caminos.
Al final, cuando llevaba recorrido todo el paseo Independencia, he cogido el autobús (numero 30, creo recordar) y me he ido hasta el parque Primo de Rivera (también llamado Parque Grande con razón) y ahí he estado caminando por sus avenidas durante bastante tiempo (casi una hora) He visto como las parejas iban agarradas de la mano, como se daban arrumacos en los bancos, como había gente que, a esa hora de la tarde, iba haciendo footing, y como los grupos de chavales se juntaban para hablar o simplemente, juntarse para verse.
Ahí he estado durante todo ese tiempo, perdiéndome por los múltiples caminos del parque, sin rumbo, sin saber a dónde me llevaría la siguiente elección... en definitiva, me he dejado llevar por el instinto... como hago algunas veces.
Cuando he terminado de recorrer el parque, he vuelto a casa, cogiendo el autobús de la línea numero 40 (tampoco me importaba cual, ya que los tres de la parada donde me encontraba me llevaban al lugar que quería) y al fin, he regresado, un poco cansada, pero satisfecha por lo bien que me lo he pasado, pues he estado más de dos horas descubriendo un trozo de la ciudad que todavía no conocía bien (y eso que llevo veinte años aquí y muchas veces había ido a ese lugar, pero no con tanta profundidad como lo he hecho hoy)
En fin, que ha sido una tarde de domingo muy aprovechada, se ha pasado en un suspiro y he puesto en orden muchas de las cosas que rondaban en mi mente y, que hasta entonces por unas cosas o por otras, no había logrado encontrar un rinconcito de tranquilidad que es lo que necesitaba y que hoy, en esas mas de dos horas que ha durado el paseo, he encontrado finalmente.